INVASIÓN
HUGO SANTIAGO MUCHNICK
La trama de la película trata de un grupo de hombres comandados por un anciano, que intentan detener una invasión a la ciudad de Aquilea. Los invasores son hombres de gabardina que introducen una maquinaria para una invasión en masa. La derrota de los defensores es evidente desde el principio, haciendo referencia a la Guerra de Troya.
Aquilea es una ciudad estropeada, sin niños, casi sin mujeres, sin grandes avenidas ni plazas, donde los autos se internan entre muros o terrenos imprecisos, sin horizonte. Aquilea, o “Aquileia”, fue una de las principales ciudades en los últimos tiempos del Imperio romano Occidental, invadida por los bárbaros repetidamente, y al fin, destruida.
Santiago a medida que avanza la película va generando matices sobre la angustia en el camino de los personajes, la cual se fortalece. Esa angustia creciente se lleva todo lo que quedo de esos hombres y sus primeras interrelaciones. A la melodía la reemplaza el ruido, y la muerte separa al grupo en una serie de destinos personales.
Es una película fría, el silencio en muchos momentos es quebrado por pasos, ruedas que frenan, tiros. El frio y el silencio hacen alusión a una sociedad que ya no existe, o que quizás murió antes de ser destruida.
Santiago incorpora en la película la milonga de Manuel Flores, que canta Silva en un café, es el momento de la despedida de los amigos. Todavía están todos. Mientras Silva canta, se intercalan imágenes de amistad, pero que a medida que transcurre la película, nos damos cuenta que esas imágenes hacen referencia a la forma en que cada uno de ellos va a morir. Es un momento de paz, antes de que vayan cayendo uno a uno. Una despedida, al compas de una canción que habla de la muerte.
Santiago en esta película trabajo el costado existencial y psicológico que quizás en algún momento de la vida una persona puede verse inmerso, donde perdemos el eje y nos sentimos “Invadidos” por el desconcierto.
Milonga de Manuel Flores:
Para los otros la fiebre
y el sudor de la agonía
y para mí cuatro balas
cuando esté clareando el día
Manuel Flores va a morir
eso es moneda corriente
morir es una costumbre
que sabe tener la gente
Y sin embargo me cuesta
decirle adiós a la vida
esa cosa tan de siempre
tan dulce y tan conocida
Miro en el alba mi mano
miro en la mano las venas
con extrañeza las miro
como si fueran ajenas
Cuántas cosas estos ojos
en su camino habrán visto
quién sabe lo que verán
después que me juzgue Cristo
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